Crisis de Seguridad | PLUMA NEGRA
Un acierto, aunque tardío, es la desaparición de la Fuerza Civil, un sector de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado que era desde hace varios años el terror para miles de ciudadanos y que lamentablemente, tuvo que haber dos muertes públicas a manos de sus elementos para tomar la decisión de su disolución.
La agrupación policiaca que fue creada en el 2014, por el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa y se denominó como Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Civil es la unidad élite de la Secretaría de Seguridad Pública, especializada en tácticas de combate e intervenciones aéreas, acuáticas y terrestres, se convirtió en una pesadilla para Veracruz.
Con el paso de los años, los elementos de esa corporación se convirtieron en el terror para muchos ciudadanos; los taxistas que eran sujetos indebidas revisiones, eran robados de sus pertenencias, los ganaderos que transportaban sus vacas en las carreteras del estado, los comerciantes, transportistas y ciudadanos comunes que caían en sus manos, eran víctimas de los elementos de la FC.
De norte a sur de Veracruz, los abusos de autoridad de estos elementos eran el pan de cada día; anoche el gobernador Cuitláhuac García Jiménez tomó la decisión de disolver ese sector de la SSP, en función del asesinato de dos personas durante una manifestación para exigir agua en Perote, el pasado vierenes.
En un comunicado, el Gobierno de Veracruz y la Secretaría de Seguridad Pública anunciaron la extinción de esa corporación, y dejan claro que se trata de una decisión tomada tras los hechos violentos en las Granjas Carroll de Perote, donde dos personas perdieron la vida a manos de los elementos de la Fuerza Civil cuando reprimieron la manifestación pública.