Lo que sigue. | Parlamento Veracruz.
Por Juan Javier Gómez Cazarín.*
En términos legales, ayer Rocío Nahle entró al edificio del OPLE como candidata y salió de él como Gobernadora Electa. Muchas y muchos de nosotros tuvimos el honor de acompañarla y atestiguar este capítulo grandioso de la historia de Veracruz.
Y en su primer mensaje a la sociedad, ya con su nuevo nombramiento, la próxima Gobernadora dejó en claro su gran estatura como mujer y como política.
Constancia de Mayoría en mano, la futura titular del Poder Ejecutivo en Veracruz demostró su ejemplar temple de mujer de Estado.
Dejó atrás la contienda y nos puntualizó que tiene la vista puesta al frente, al futuro, a lo que sigue. Que no está para revolcarse en el lodazal creado por sus opositores en la reciente campaña, la que política y jurídicamente quedó en el pasado, y sí, en cambio, que está enfocada en lo que será Veracruz en el próximo sexenio.
Rocío Nahle se presentó como una mujer brillante y poderosa, pero humilde, sensata, mesurada y con los pies en la tierra, a pesar de una victoria abrumadora, contundente e inédita, que a otra u otro, de espíritu pequeño, en su lugar habría puesto en la estratósfera de la vanidad.
Confirmó que el pueblo tuvo mucha razón en confiar en ella para conducir a Veracruz por una ruta segura y de buen gobierno.