La gentrificación, una nueva conquista
Mérida ya cuenta con locales creados por extranjeros, librerías que ofrecen únicamente artículos en inglés porque sabe que su población extranjera se está incrementando, por ende, también suben las rentas de múltiples espacios que solían estar habitados por sus pobladores nativos, quienes al igual que personas de otros Estados, se han visto en la necesidad de trasladarse para dar continuidad a su vida.
El incremento de costos y el estilo de vida puede justificarse en algunos lugares bajo el concepto de desarrollo, tal como vemos en la colonia Roma de la Ciudad de México, ¿pero podemos considerar progreso al avance a costa de los oprimidos? Esta situación también es claramente visible en las fronteras de grandes ciudades, donde los barrios de élite se crearon a costa de desplazamientos o compras sumamente baratas a quienes no tenían las mismas posibilidades.
Barcelona, París y otros puntos de Europa también son un referente de estos movimientos, donde los alquileres se han elevado por el turismo, el uso excesivo de plataforma como Airbnb que ofrecen alojamiento en pleno centro con las mejores vistas. En general los propietarios han preferido este sistema y llegan a modernizar colonias enteras con tal de ofrecer un nuevo atractivo turístico.
El crecimiento y la expansión es inevitable, sin embargo hemos de hacerlo de forma consciente, respetando las tradiciones de los espacios que habitamos pues de lo contrario no sólo se pierde nuestra cultura, sino una cosmovisión entera respecto a cómo vemos la vida.