Entre la apatía y la desinformación, ejes del voto en el 2024.
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El próximo 2 de junio tendrán la posibilidad de votar más de 100 millones de personas que son las que se encuentran inscritas en el padrón electoral, de este total casi 52 millones son mujeres y 48 millones hombres, sin embargo, la mayoría de votantes se encuentra en un rango de edad de 18 y 29 años, es decir la posibilidad de decidir el futuro de México, está en manos de las y los jóvenes.
Si preguntamos a este rango de edad qué opina sobre el futuro de las elecciones en México, les parece una burla o no les interesa. La juventud tiene un creciente desencanto en la democracia, gran parte de su conocimiento político lo han adquirido en casa o a través de redes sociales como TikTok, donde la información no es siempre la más precisa y el algoritmo va priorizando aquello que llama la atención del usuario por lo que el sesgo de opinión termina por ser mayor.
La juventud no cree en la democracia, tampoco considera viable ninguna de las propuestas que contienden a la presidencia, saben que a estas alturas se trata de decidir entre el menos peor, también tienen claro que Claudia Sheinbaum no es lo mismo que AMLO, pero la consideran fría y una imitación rígida del mismo. La opinión no mejora si hablamos de Xóchilt Gálvez, quien podría ser una apuesta como contrapeso de poder para algunos, pero no les convence su inexperiencia y el nerviosismo mostrado en el debate. En efecto están hartos de la vieja política, como podría decir Máynez, pero tampoco confían en promesas que califican sin sentido y por encima de todo reiteran no sentirse escuchados.
La opinión juvenil se divide entre la apatía por participar en unas elecciones que no consideran suyas, porque las problemáticas que les atañen son ignoradas, el futuro para ellos está en movimientos sociales, el reconocimiento a su diversidad y si bien hay propuestas que podrían mencionarles se sienten falsas y realizadas como un foco de atención para captar su simpatía en medio de un proceso electoral. La juventud ha crecido luchando por el respeto a sus derechos, mayor equidad, el cuidado del entorno y el entendimiento en la diversidad sexual, sin embargo, ven en los gobiernos y figuras políticas entes represores, faltos de información y pertenecientes a una generación sin diálogo que busca imponer su manera de pensar.