EL PRÓXIMO GOBIERNO DE MÉXICO, EN APUROS ECONÓMICOS POR FALTA DE PLANEACIÓN EN GASTO PÚBLICO DE LA ADMINISTRACIÓN SALIENTE.
De igual manera, es necesario que los mexicanos sepamos que las obras simbólicas del “pronto ex presidente de México”, requieren de nuevas inversiones, las cuales seguramente vendrán de préstamos internacionales, lo que implicará mayor endeudamiento.
Si hacemos un resumen del legado de Andrés Manuel López Obrador, en particular de las “grandes obras”, diremos que deja un “Tren Maya” sin terminar y sin la certeza de en qué plazo podría ser rentable por el número de pasajeros y carga entre los tres estados de la península de Yucatán, incluida esta entidad, Campeche y Quintana Roo. La Refinería de “Dos Bocas”, ni idea de cuándo entrará en operación, misma que requirió de una inversión de 16 mil millones de dólares, el doble de lo previsto. El aeropuerto “Felipe Ángeles” trabaja a “medio cachete”. No hay plazo para hacerlo rentable.
Cuando AMLO recibió la Presidencia, México tenía una deuda externa por el orden de 13 billones de pesos. En seis años de gobierno, esta deuda llegó a 17 billones. El, ha dicho, se va tranquilo a descansar. Pero deja una gran carga a su sucesora.
La Reforma del Poder Judicial ha despertado mucha inquietud, no sólo entre los mexicanos, sino en los inversionistas extranjeros y también nacionales, frente a la desconfianza de la improvisación de jueces, magistrados y ministros, quienes serán electos por “el pueblo bueno y sabio”.
Se habla de que una tercera parte de nuestro país, “fue cedida” al narcotráfico. Esta es la causa de que en México se haya registrado un total de 200 mil muertos violentamente, mientras que más de 50 mil personas han desaparecido.
En el sector de la Salud, el desempeño fue pésimo. Se contabilizaron más de 800 mil muertos por la pandemia del Covid-19. Fue una irresponsabilidad del gobierno, no tener vacunas adecuadas y en cantidades suficientes.