DIVISIONES ENTRE PODERES DE LA UNIÓN DE MÉXICO, AFECTARÍAN LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS Y ECONÓMICAS.
La expectativa que se percibe para el próximo Poder Judicial, una vez que sea vigente la reforma dispuesta por el anterior presidente López Obrador –y que dejó de tarea a quien lo sustituyó en el Ejecutivo, Claudia Sheinbaum—el Poder Judicial estará en manos del Poder Ejecutivo, con la consecuente dispersión de lo que se llamó, por muchos años: “Los tres Poderes de la Unión”.
En el nuevo esquema de elección de ministros, jueces, magistrados y toda una estructura política que, en adelante, será la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no hay claridad de dónde provendrán los recursos para la promoción y elección del Poder Judicial en su conjunto. Allí es, precisamente, donde se podrá “colar” el dinero ilegal, llámese como se quiera, corrupción, delincuencia organizada o de otros muchos nombres.
Por otra parte, se da la “circunstancia” de que “el partido único de Estado”, será parte de un “sistema político militarizado”, donde las Fuerzas Armadas jugarán un papel fundamental para la seguridad ciudadana nacional.
En este sentido, las experiencias de muchas otras naciones con ese esquema, donde el Ejército es usado como estrategia de seguridad nacional, la milicia termina por violar las garantías de seguridad y, lo peor, atropellando los derechos humanos.