Desconfianza, drogas y falta de cambio.
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La detención del Mayo Zambada no se realizó como parte de una lucha contra el narcotráfico, pues como bien declaró uno de los capos más famosos en 2010: “Si me atrapan o me matan… nada cambia”, en efecto esta detención no va a frenar el crecimiento acelerado de distribución de fentanilo y otros estupefacientes, pero sí es una declaratoria de Estados Unidos a México, que hace evidente la desconfianza para la cooperación entre agencias de investigación.
Esta detención es un mensaje contundente a nuestra nación y nos invita a analizar la confianza desmedida que se ha depositado en nuestras autoridades, quienes de acuerdo a las declaraciones de los mismos narcotraficantes tienen estrechos vínculos criminales que sobrepasan la ficción y donde el poder realmente se disputa en más canchas de las que podemos imaginar.
México aún no tiene información clara de qué fue lo que ocurrió realmente para que el hijo de “El Chapo” y El Mayo Zambada acabaran en una detención en el país vecino, lo que sí se sabe es que son ellos los conocedores de los vínculos y arreglos más profundos que el crimen ha hecho durante décadas con figuras políticas de nuestro país, que la corrupción sigue siendo latente y los lazos con criminales dejan a su paso mayores agravios que el consumo o venta de drogas, hay también múltiples desapariciones forzadas en las que el Estado también ha sido cómplice y otras complicaciones de más conocidas como el lavado de dinero donde aunque se hagan múltiples detenciones de capos, nada cambia.
En 2010 Julio Scherer García realizó una entrevista histórica, reconocida como uno de los grandes trabajos periodísticos pues aunque era detallada respecto a la mentalidad de El Mayo Zambada no daba mayor información respecto al lugar de reunión, sin embargo en esa entrevista el narcotraficante hizo una radiografía que permite entender mejor lo que vivimos hoy, en primer lugar su incursión en la vida criminal, a los 16 años, sin requerir mayor explicación pues se dio en un contexto de necesidad y profunda violencia.
Estas narraciones hacen latente el México de nuestros días donde el norte de llena de una narco cultura, lo casual son las armas y entender que no bastan millones de recompensa para traicionar a quienes han hecho prosperar su entorno. El Mayo Zambada dijo en esa misma entrevista que el narco envuelve a millones, está en la sociedad, arraigado como la corrupción, siempre hay alguien a espera de ser el remplazo de otro y aún más importante que al presidente le engañan sus colaboradores. ¿Ha cambiado la situación 14 años después? Seguramente no e incluso los problemas se han incrementado.