Vivir las voces de las mujeres
El arte y el talento pueden ser ejemplo de protesta, de muestras de humanidad y las canciones de Vivir son un ejemplo de ello, de que con todo lo que cada quien tiene es posible generar un cambio para bien en la sociedad, también su voz es la muestra de empatía con historias que vemos cotidianamente en los titulares pero dejamos que nos nuble la indiferencia al no vivirlas en carne propia, es justo donde su creatividad interviene y próximamente escucharemos las vivencias de violencia de distintas mujeres en sus canciones, donde a través de narraciones en primera persona podemos empatizar más con titulares donde una mujer termina en prisión por defenderse y llegar a entender de cerca la situación de miles de mujeres en nuestro país.
En un mundo donde 10 mujeres son asesinadas al día en México, es urgente entender que no se trata de historias lejanas, sino de aquellas que pueden estar pasando al lado o incluso en la propia casa, pero nos cuesta visibilizar la violencia, aunque la tengamos enfrente. Y se vuelve difícil entenderla porque durante múltiples generaciones hemos considerado que es normal, que sin dolor no hay amor, nos hemos acostumbrado a la justifica que favorece al criminal y damos mayor peso a quien puede hacer frente a la impunidad.
Vivir las voces de las mujeres significa encarnar sus historias, de tal manera que cuando volvamos a leer, oír o ver algo al respecto no seamos indiferentes, pues es la indiferencia por los demás la que nos ha llevado a perpetuar un sistema patriarcal que no toma en cuenta que todas y todos merecemos los mismos derechos simplemente por tratarse de seres humanos, es esa misma actitud la que nos lleva a creer que solo avanza el que tranza, y mientras no nos toque vivir en carne propia algo lacerante, el dolor ajeno no nos aqueja. ¿Qué sería de nosotros si en lugar de la creciente indiferencia comenzamos a vivir con empatía, respeto y compasión?