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Un experimento social y la recuperación de audiencias

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zairosas.22@gmail.com

Tenemos que hablar de “La casa de los famosos”, no porque se trate del programa que ha brindado una recuperación de audiencias a Televisa, logrando alcanzar millones de reproducciones que no tenía ni con “La rosa de Guadalupe”, sino porque este programa es una reproducción mediática de nuestra sociedad.

Si incluso a Andrés Manuel López Obrador se le pregunta su opinión del programa en una mañanera, como sociedad tenemos que entender de qué va este Reality Show que se presenta en una segunda edición mucho más exitosa que en la primera donde salió victoriosa Wendy Guevara.

En este programa las personas viven un encierro en una casa donde todo el tiempo están siendo grabados, remonta quizás a “Big Brother”, la diferencia es que las personas son figuras públicas de distintas áreas y se les divide en dos equipos, recibiendo asignaciones para poder librar las nominaciones de la semana donde corren el riesgo de ser expulsados.

En la primera temporada se popularizó Wendy Guevara, visibilizando a un sector de la población que sufre todo tipo de discriminaciones y calumnias, Wendy fue un ícono al triunfar en medio de todos los retos, se ganó el cariño de televidentes por su sinceridad y conocer su historia de vida también hacía posible la reflexión social.

La segunda temporada no es la excepción respecto a problemáticas sociales, nuevamente se reproduce la homofobia, vemos a personas internadas en la casa que hablan abiertamente de su depresión, pero también se visibiliza la misoginia, el machismo y la violencia, tanto al interior como al exterior de la casa. Sin duda este programa muestra lo mejor y lo peor de la humanidad, pero no sólo en medio de las paredes que dan espacio a este reality show, muestran la crueldad humana desde el exterior donde se suman personas a defender o criticar a sus favoritos.