Río Blanco. | Parlamento Veracruz.
Estando en Río Blanco caí en la cuenta, con nostalgia anticipada, de que esta era una de las últimas visitas de Andrés Manuel López Obrador como Presidente. Su periodo presidencial acaba el 30 de septiembre (dentro de 266 días) y, aunque a eso habríamos de restarle los tres meses de veda electoral (en los que, por lo general, no hay giras), es de suponer que todavía habrá oportunidad de tenerlo en nuestras tierras con la máxima investidura del país.
Viendo al Presidente y escuchándolo hablar, también se reforzó en mí la convicción de que estoy (estamos) viviendo un momento histórico de la Nación y que, por ello, soy un privilegiado. Y más que he tenido la oportunidad de transitar este periodo de cambio profundo, desde el 2018, en una posición desde la que ha podido (y todavía puedo) contribuir en algo a este gran proyecto de Nación.
Por eso, para salir adelante en los Congresos, tenemos que ser eco de las cosas positivas que se han hecho por todos lados, incluído, desde luego, Veracruz.
La Derecha, heredera ideológica de los porfiristas que asesinaban obreros, no podrá borrar el enorme legado de Andrés Manuel para México: las obras emblemáticas (aeropuertos, trenes, refinería), la reducción de la pobreza, los programas sociales, la justicia para la clase trabajadora, la fortaleza de la economía y muchas cosas más. Nada de eso se irá el 30 de septiembre.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.