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PLUMA NEGRA | *** Pleito por el Senado.

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Por el lado de los hombres, hay dos finalistas; luego de que el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna al fin entendió que no levanta entre los veracruzanos y que el ex secretario de Gobierno, Eric Cisneros también desapareció del mapa político de Veracruz sin más explicaciones; estos dos personajes hace apenas dos meses presumían que Veracruz los adoraba, pero su triste realidad los puso en su lugar.

Morena tendrá que decidir entre un perfil competitivo, pero incómodo y crítico, para el grupo en el poder local como lo es Manuel Huerta Ladrón de Guevara, una incomodidad porque les ganó la encuesta para la gubernatura con todo y el aparato de Gobierno, y el otro perfil, también incómodo para Morena es Javier Herrera Borunda quien llegaría con calzador por un acuerdo de coalición entre la cúpula de Morena y el Partido Verde.

En el caso de la postulación del varón, el grupo de morenistas en Veracruz de encuentra en una encrucijada, pues colocar a Manuel Huerta como candidato al Senado por Veracruz, significa poner a un fiscalizador incómodo y que le haría sombra a la candidata y al propio gobierno en caso de que ganara Nahle. Colocarlo plurinominal por la tercera Circunscripción, es hacerlo a un lado en la campaña, pero una vez en el Senado, Huerta volvería a la carga para buscar la sucesión en seis años y a criticar a Nahle como ahora crítica al mal gobierno de Cuiltláhuac García.

Aceptar el acuerdo cupular para permitir la llegada de Javier Herrera Borunda, es permitir el regreso de muchos priístas a la política veracruzana y colocar al hijo de Fidel Herrera en la antesala de la candidatura al Gobierno estatal en seis años, situación que muchos morenistas no estarían dispuestos a aceptar.

En fin, Rocío Nahle se encuentra atrapada en el proceso interno para la fórmula al Senado, en busca de la mejor fórmula que le ayude a diluir su origen ajeno a Veracruz y entrar a la pelea por el gobierno de Veracruz.