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Nuevas perspectivas de triunfo

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¿Es que realmente tendríamos que encajar en los estándares para triunfar? ¿Por qué en pleno siglo XXI seguimos dictando como tendría que verse alguien para merecer el éxito? Las y los deportistas están brindándonos un reflejo de nuestro actuar cotidiano como sociedad, donde sentimos el derecho de opinar sobre cuerpos ajenos o peor aún juzgamos la labor de otras personas sin siquiera tener idea de lo que quienes están compitiendo viven día con día.

Esto mismo lo aplicamos en nuestras labores, la discriminación racial o la falta de equidad de género también es una lucha constante fuera del mundo deportivo, de la misma manera que en París 2024 se posicionó la desinformación, alegando que la boxeadora argelina Imane Khelif era una mujer transgénero, hecho totalmente falso, pues la atleta es una mujer cisgénero, originaria de un país musulmán por lo que las declaraciones podrían incluso poner en peligro su vida.

Sin embargo, lo sucedido sí abre un debate urgente en el deporte donde se hace necesario tener nuevas consideraciones respecto al género, pues hay múltiples características en las que no se ha regulado la participación deportiva y por ende no hay equidad e inclusión que permita mayor diversidad de género en las competencias. Lo anterior va de la mano con el posicionamiento sin base científica que dice que la falta de inclusión es para brindar mayor igualdad a las y los competidores, pues las personas transgénero podrían tener ventajas competitivas, lo cual repito carece de bases científicas comprobadas.

Estamos ante escenarios que nos invitan a un cambio urgente, no solo en el deporte, sino en nuestras vidas, donde dejemos de estereotipar y clasificar a las personas, respetemos los derechos humanos y comencemos a construir espacios más justos y seguros para todas las personas pues estar en medio de una observación y crítica constante como es el caso de atletas de alto rendimiento, también puede traer graves repercusiones en su percepción personal. Dejemos de ser jurados de sofá y seamos partícipes de acciones concretas de compromiso social.

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