“Mamá Raquel”, la abuela de Carlos Manzo, se convierte en símbolo de la marcha juvenil en CDMX.
CDMX. – La mañana de este sábado, entre una multitud que avanzaba sobre Paseo de la Reforma, destacó la figura frágil pero firme de Raquel Ceja. A sus 89 años y en silla de ruedas, la abuela de Carlos Manzo -el exalcalde de Uruapan asesinado el 1 de noviembre- encabezó la marcha convocada en Ciudad de México para exigir justicia y denunciar la violencia criminal en Michoacán.
La presencia de “Mamá Raquel” provocó una oleada de emoción entre los asistentes, muchos de ellos jóvenes que adoptaron como emblema la historia de quien crió a Manzo desde su infancia. Hace una semana, durante otra movilización en Uruapan, su voz quebrada recordó el compromiso de su nieto: “Yo le dije que no se arriesgara, pero él respondió que tenía que sacar adelante a Uruapan”, relató entonces.
Hoy, su imagen volvió a resonar como un símbolo de resistencia. Miles de manifestantes vestidos de blanco, algunos portando sombreros en honor al exalcalde, acompañaron el avance hacia el Zócalo. Durante el recorrido se escucharon consignas como “¡Carlos Manzo vive!” y “Carlos no murió, el gobierno lo mató”, expresiones que marcaron el tono de la protesta.
La marcha, protagonizada mayoritariamente por jóvenes, colocó nuevamente en el centro del debate la violencia contra funcionarios municipales y la exigencia de esclarecer el asesinato ocurrido en la plaza principal de Uruapan.
Sin detener su paso, “Mamá Raquel” se convirtió en el rostro más poderoso de la jornada.
En Huatusco convierten banca en un pequeño altar a la memoria y al afecto.
