EstatalNacionalOpiniónRegional

El voto: un derecho, una responsabilidad.

COMPARTE CON TUS AMIGOS

En cada jornada electoral, los llamados a votar se repiten como un eco familiar. Sin embargo, el desinterés ciudadano crece. ¿La razón? Una profunda desconfianza en los candidatos y en las instituciones políticas. La sociedad percibe promesas vacías, corrupción persistente y resultados que no llegan. Esa pérdida de fe es un síntoma peligroso para la democracia.

Hoy más que nunca, es urgente reconstruir la confianza. No es tarea sencilla, pero sí necesaria. Ciudadanos y partidos políticos deben sentarse a dialogar, construir acuerdos reales y sostenibles que aseguren gobernabilidad. No se trata de discursos ni de campañas espectaculares, sino de compromisos tangibles con la sociedad.

El voto debe ejercerse con responsabilidad. No se trata de elegir por tradición o por simpatía, sino de escuchar, analizar y comparar propuestas. Hay que preguntarse: ¿Qué partido o candidato tiene un plan concreto para beneficiar a mi comunidad? ¿Quién ofrece políticas viables para mejorar empleo, salud, justicia y economía?

Hasta ahora, ningún régimen ha logrado brindar garantías plenas de justicia social ni un desarrollo económico equitativo. Eso no significa resignarse. Al contrario, es un llamado a actuar con conciencia.

Elegir a un buen candidato a la presidencia municipal es un primer paso. Debe ser una persona honesta, transparente, con experiencia en la gestión pública, que sepa comunicar con claridad y genere confianza. Pero, sobre todo, que entienda que gobernar es trabajar en equipo con la ciudadanía, no por encima de ella.

El futuro de nuestras comunidades no depende solo de los políticos, sino del compromiso activo de todos. Votar no es solo un derecho: es una forma de construir el país que queremos.

DEL RATÓN LOCO A LOS ACORDEONES