EL PODER JUDICIAL QUE HEREDARÁ LÓPEZ OBRADOR
El conflicto que ahora está en pleno debate, el de la Reforma del Poder Judicial, desde la Constitución de 1917, sin ir a otras constituciones anteriores (cinco que tuvieron aplicación después de la Independencia), se estableció que el gobierno de México estaría integrado por TRES PODERES DE LA UNIÓN: el Ejecutivo, que recae en el Presidente de la República, el Legislativo, representado por las Cámaras de Diputados y Senadores, y el Poder Judicial, integrado por un Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y 11 Ministros que la integran. De esta estructura, dependen los Magistrados y los Jueces, con representaciones en toda la República.
De acuerdo con el ejercicio de la aplicación de las leyes establecidas en nuestra Constitución, es posible que haya modificaciones o reformas, a fin de prestar mejores servicios jurídicos a los ciudadanos mexicanos. Sin embargo, la propuesta de reforma al Poder Judicial, presentada por el presidente López Obrador el 5 de febrero pasado, al Congreso, se refiere a que la estructura de todo el personal de la Suprema Corte, Ministros, Magistrados y Jueces, se sometan al escrutinio de una elección popular.
Y no se trata de calificar como absurdo el criterio de López Obrador en el caso de “Elección Popular”, sino que, a la fecha, los Ministros, Jueces y Magistrados, deben cumplir con una serie de requisitos profesionales, aparte de ser abogados de profesión. Deben ajustarse con numerosos requisitos de capacidad en cuanto a interpretación de todos los Artículos de la Constitución y sus códigos, así como haber cursado diversas especialidades jurídicas.
Jamás puede ocupar un puesto de esa naturaleza, un recomendado por el presidente de la República o de algún Secretario de Estado, por ejemplo. Por eso, el Poder Judicial, “es un Poder de la Unión”.
El presidente López Obrador “ha metido su cuchara” en esa propuesta de reforma constitucional, sin reflexionar que los ministros, jueces y magistrados, no son sujetos de “entrar” a una elección popular. De lo contrario, la Ley “estaría en manos de las mafias o de los narcotraficantes”, por la sencilla razón de que “contarían con el oro y el moro”.
Uno de los defensores acérrimos de esta reforma, es un tal Ricardo Monreal. Se trata de un tipo al que no quieren ver sus paisanos zacatecanos ni en caricaturas. Los dejó hundidos en el narco y afloró la violencia cuando dejó de ser gobernador. Para colmo, dejó a su hermano David en el puesto y no han dejado de aparecer muertos colgados de cables por las avenidas transitadas de la ciudad de Zacatecas.
Se estima que más de 80 mil zacatecanos han tenido que separarse de su querido Zacatecas y enfilarse hacia los Estados Unidos, debido a la violencia que se vive en esta entidad tan sumida en la pobreza. Dejó de ser una entidad criadora de mulas, asnos, caballos y borregos. En Veracruz llegaban por ferrocarril. Hace años que nada y nada.