DIVISIONES ENTRE PODERES DE LA UNIÓN DE MÉXICO, AFECTARÍAN LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS Y ECONÓMICAS.
*** El Poder Judicial estará en manos del Poder Ejecutivo.
Por Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo
Ciudad de México. – Si bien las relaciones diplomáticas, comerciales y sociales entre México y Estados Unidos, han sido conflictivas en determinados tiempos de la historia, más allá del carácter y conducta del presidente norteamericano en turno, obliga a las instancias gubernamentales mexicanas actuales, a unirse en torno de posibles situaciones no equilibradas en temas comunes de intercambio propio de dos naciones vecinas que comparten una frontera de más de tres mil kilómetros.

A la mayoría de mexicanos conscientes y con vocación democrática, no agradó que, sin argumentos personales ni mucho menos jurídicos e históricos, la presidenta Sheinbaum desdeñara la invitación al Poder Judicial –en particular a la Ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña Hernández—a la celebración en Querétaro, el 5 de Febrero pasado, del 108 Aniversario de la Constitución Mexicana, de la Carta Magna promulgada en 1917.
Esta situación de enfrentamiento entre los Poderes de la Nación Mexicana, con toda seguridad, es aprovechada por gobiernos extranjeros “para sacar raja” de debilidades evidentes. Así, el caso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no desaprovechó la oportunidad para anunciar sus “decretos legislativos”, referentes a la imposición de 25 por ciento de aranceles al acero y aluminio provenientes del vecino país del norte.
Es de señalar que la invitación a asistir a la celebración señalada, sí la hizo la jefa del Ejecutivo Federal a tres ministras de la Corte, quienes no lo hicieron como representantes del Poder Judicial, sino de “pura cortesía” por parte de la señora presidenta Sheinbaum. Ellas fueron Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz y Lenia Batres Guadarrama.

