Sheinbaum advierte la desaparición del glaciar en el Citlaltépetl.
*** En Calcahualco la alcaldía permanece muda, indiferente, cómoda en su inacción.
La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó una alerta nacional: el glaciar norte del Pico de Orizaba, el último de México, está condenado a desaparecer por efecto del cambio climático. Su pérdida, advirtieron investigadores, pondrá en riesgo el agua de miles de familias en Veracruz y Puebla.
Mientras desde Palacio Nacional se reconoce la gravedad del problema y se habla de reforestación y medidas de mitigación, en Calcahualco -municipio que debería ser el primero en defender al Citlaltépetl- reina el silencio y la omisión. La alcaldesa Guadalupe Rosas no ha movido un dedo: no hay programas de reforestación, ni campañas de concientización, ni gestiones para obtener recursos. Nada.
La tala clandestina avanza, los manantiales se reducen y el volcán pierde su corona blanca. Pero la presidenta municipal prefiere posar en ferias, presumir selfies y alimentar discursos huecos, mientras el patrimonio natural más importante del país se desmorona frente a sus ojos.
El contraste es insultante: Sheinbaum habla de compromisos globales, científicos advierten sobre la pérdida de la “fábrica de agua” más grande de México, y en Calcahualco la alcaldía permanece muda, indiferente, cómoda en su inacción.
El Citlaltépetl agoniza y con él peligra el futuro de las comunidades y ,municipio aledaños. Pero para Guadalupe Rosas, lo urgente no es salvar al volcán, ni el agua de su pueblo, sino regar sus propias Rosas… aunque ya estén marchitas.