EstatalNacionalOpiniónRegional

El voto más valioso es aquel que se ejerce con plena conciencia.

COMPARTE CON TUS AMIGOS

*** Que nuestra decisión no solo exprese una preferencia política, sino también una voluntad de cambio real.

En medio del proceso electoral de 2025, entre debates, campañas y promesas, se alza una invitación más profunda y urgente: la de mirar hacia nuestro interior. “El verdadero voto de confianza que debemos emitir” nos recuerda que, más allá de elegir representantes, este momento representa una oportunidad única para una reflexión personal y el cambio auténtico.

Votar no es solo un derecho: es un acto de conciencia. Pero esa conciencia no puede limitarse al análisis de propuestas o al juicio de candidatos. Hoy más que nunca, México necesita una ciudadanía despierta, capaz de reconocer que ningún cambio externo será suficiente si no va acompañado de una transformación interna. La raíz de muchos males sociales no está solo en las estructuras, sino en nuestras ambiciones mal orientadas.

“Matar la ambición” no significa resignarse ni renunciar a la superación. Significa deshacerse de esa búsqueda egoísta de poder, reconocimiento o placer que divide, que corrompe, que rompe la posibilidad de comunidad. Significa entender que el cambio colectivo solo es posible desde una base individual ética, consciente y comprometida.

Por eso, en estas elecciones de este 1º de junio, el llamado no es únicamente a votar, sino a hacerlo desde un lugar más íntegro. Votemos informados, sí, pero también votemos con conciencia. Que nuestra decisión no solo exprese una preferencia política, sino también una voluntad de cambio real.

El verdadero voto de confianza no se deposita solo en una urna. Se ejerce cada día en nuestras acciones, valores y relaciones. Esa es la elección que puede transformar un país.

Que el voto no sea una moneda de cambio, sino una herramienta de dignidad.