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LOS TEMAS DE CHINA, SEGURIDAD Y MIGRACIÓN, OBLIGAN AL GOBIERNO DE MÉXICO A BUSCAR NUEVAS ESTRATEGIAS DE RELACIÓN CON ESTADOS UNIDOS.

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*** Las relaciones diplomáticas y comerciales México-americanas, son más complicadas.

Por Pascacio Taboada Cortina

Ciudad de México. – El cambio de gobierno en Estados Unidos hace unos días, abre posibilidades de intercambio político, comercial y laboral más intenso con México por la entrada de temas que requieren de atención esmerada por ambos gobiernos, como son la seguridad, la migración y el intercambio comercial, fenómenos que afectan de manera importante las políticas y economías mexicana y norteamericana. A esto, hay que agregar la competencia de un “jugador externo” en el ámbito del comercio internacional, como es China, que “no hay que perder de vista”.

De acuerdo con opiniones de expertos, las relaciones diplomáticas y comerciales México-americanas, son más complicadas ahora que en la anterior administración de Donald Trump –de 2017 a 2020—lo cual obliga a México a buscar canales de comunicación para un “nuevo posicionamiento estratégico de colaboración”.

Existe la necesidad de mano de obra de migrantes mexicanos y de otras nacionalidades para el desarrollo de la agricultura.

En este propósito, hay que hacer valer la importancia de la participación de los trabajadores mexicanos en sectores como la industria automotriz, la mano de obra en el comercio organizado –particularmente del vecino del norte, donde la atención y mano de obra en los mercados y centrales de abasto de las principales ciudades, utilizan el trabajo de los mexicanos.

En las mismas condiciones de necesidad de mano de obra de migrantes mexicanos y de otras nacionalidades latinoamericanas, se encuentra el desarrollo de la agricultura y ganadería de Estados Unidos, dada la gran capacidad de exportación de derivados cárnicos de diferentes especies, en particular bovinos, porcinos y avícola, que exigen de mano de obra de manera creciente.

La economía mexicana, hay que reconocerlo, en el gobierno de Claudia Sheinbaum presenta una mayor plasticidad, de manera fundamental desde la perspectiva fiscal, que puede ser preocupante.

Sin embargo, si consideramos que durante el primer periodo de gobierno de Donald Trump, su contraparte mexicana en esa ocasión, desconocía el comportamiento amenazante, tanto en lo relacionado con la revisión del Tratado de Libre Comercio –realizada en 2020—como en cuanto al aumento de impuestos a las exportaciones. Finalmente se entró en un proceso de negociación, habiendo quedado pendiente el tema de la migración.