INSTITUCIONES ZOOLÓGICAS DE LA AZCARM AMPLÍAN PROGRAMAS DE CONSERVACIÓN ANTE CRISIS CLIMÁTICA
*** Gran Acuario Mazatlán celebra el nacimiento de un pingüino de Humboldt, destacando su compromiso con la preservación de especies en riesgo.
Ciudad de México. – Para este 2025, las instituciones zoológicas de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) tienen el firme propósito de aumentar sus programas de conservación de especies de fauna silvestre en alguna condición de riesgo de extinción. Y el nacimiento del primer pingüino de Humboldt aquí, en el Gran Acuario Mazatlán, es muestra de este compromiso con el medio ambiente de México y del mundo, indicó el Presidente de la AZCARM, Ernesto Zazueta.
Al visitar al nuevo habitante del Gran Acuario Mazatlán, recordó que el pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti) es originario de las costas de Perú y Chile, y que está clasificado como” vulnerable” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Lo que indica que la especie enfrenta riesgo de extinción en estado silvestre debido a diversas amenazas.
“Esta especie que es vital para mantener la biodiversidad marina porque regula las poblaciones de peces y contribuye al equilibrio de la cadena alimentaria, esta amenazada principalmente por el cambio climático que afecta su disponibilidad de alimento y por ende su reproducción y supervivencia. Y, de igual manera, la contaminación de los mares y la sobrepesca, está reduciendo significativamente su fuente de sustento”.
“Por ello el nacimiento de un pingüino de Humboldt bajo cuidado humano es una gran noticia para la supervivencia de esta especie y prueba de que los zoológicos, acuarios y criaderos del mundo son sumamente importantes para la conservación de la fauna silvestre en riesgo de extinción, tal como lo ha dicho la propia UICN”, enfatizó Zazueta Zazueta.
Tras tres años de convivencia, la pareja de pingüinos conformada por Capi y Yuno lograron reproducirse exitosamente gracias a los esfuerzos, trabajo y conocimiento de los expertos del Gran Acuario Mazatlán.
Y es que biólogos, veterinarios y cuidadores implementaron un riguroso seguimiento durante los 40 días de incubación y, previamente, realizaron mejoras en su hábitat como iluminación natural, sistemas de temporización y un enfoque integral que sin duda tuvieron un positivo impacto en el bienestar de la pareja de pingüinos, facilitando su reproducción.