EL PODER JUDICIAL QUE HEREDARÁ LÓPEZ OBRADOR
*** Se parece más a una dictadura que a una nación mexicana democrática y libre de ataduras ideológicas.
*** México no está preparado para “experimentar” un gobierno ajeno a su pensamiento.
Por: Pascacio Taboada Cortina/Jorge Martínez Cedillo
Ciudad de México. – Las condiciones sociales, políticas y económicas de México, cada vez se complican más por la falta de responsabilidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A menos de 30 días de entregar el poder a su sucesora Claudia Sheinbaum, decide emprender una reforma al Poder Judicial con implicaciones que tienen que ver con enfrentamiento entre legisladores del Congreso de la Unión y trabajadores, ministros, magistrados y jueces que tienen la alta responsabilidad de aplicar la justicia en México.
Lo primero que emprendió el presidente de la República, a través de su partido Morena, fue ganarse la confianza y el apoyo de los legisladores, entre diputados y senadores, estando de por medio la distribución generosa de dinero del erario nacional, para ser mayoría en las cámaras de Diputados y el Senado. Logrado esto, siguieron con la “mayoría calificada”. Para ello, tuvieron que “comprar” senadores; es decir, siendo de otro partido, pasarse a Morena.
Hay temor en buena parte de la población nacional y de gobiernos extranjeros, de que el modelo de país que heredará López Obrador, “se parece más a una dictadura que a una nación mexicana democrática y libre de ataduras ideológicas”. Países que han experimentado ese cambio, ahora regresaron a su libertad y democracia, o están en ese proceso. Otros “le encontraron el modo y sobreviven”. Allí están los ejemplos de Alemania, Italia, España, Rumanía, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Polonia, entre otros.
El costo del cambio a otro sistema político ajeno, “va a costar sangre, sudor y lágrimas” de cientos de miles de mexicanos que no sabemos cómo vive y se desarrolla un país que, de pronto, su gobierno lo hunde en la desesperanza. ¿Por qué los mexicanos tenemos que depender de una dádiva, a cambio de nuestra libertad?
En México no estamos preparados para “acomodarnos y convivir” en un sistema político que depende de las importaciones de granos básicos, oleaginosas, carne y leche para medio alimentar a un pueblo que padece desnutrición en un 50 por ciento. Todo ello por falta de apoyo a los productores primarios.
Esto es así, porque el gobierno de López Obrador canceló los programas de apoyo a la producción de alimentos, infraestructura rural, conservación de recursos naturales como agua para irrigación, impulso a los bosques y selvas, a la ganadería productora de carne y leche y también para impulso de la agroindustria.
Todos esos recursos de la Nación, López Obrador los destinó a los llamados “programas sociales” y de “adultos mayores”, sin resultados palpables de que ese esquema sea recomendable para salir de la pobreza en el corto o mediano plazos, o que pudiera aplicarse a otros países con características similares a las de México. ¡Para nada!